Escuela Superior Vocacional Antonio Reyes Padilla

Por: Marivette Ruiz González

La nueva escuela superior Vocacional Antonio Reyes Padilla lleva el nombre de Don Antonio Reyes Padilla que nació el 4 de marzo de 1914 en el Municipio de Coamo, donde cursó sus estudios hasta obtener su diploma de cuarto año en la Escuela Superior Florencio Santiago.
En el entonces Colegio de Mayagüez, hoy Recinto Universitario de Mayagüez de la Universidad de Puerto Rico, obtuvo un certificado de ingeniería del Programa de Defensa Nacional. En el 1938 llegó por primera vez al Municipio de Utuado a trabajar como electricista en la Central Pellejas.

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En el 1942 contrajo nupcias con Isabel Reboyras Sellas, una destacada hija de la “Ciudad del Viví” y ese mismo año hasta el 1948 trabajó como Técnico del Departamento de Trabajos Eléctricos de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos.
A partir del 1949 comenzó a laborar en las escuelas vocacionales en los Municipios de Utuado y Guayama; regresando a Utuado en el 1953 donde permaneció trabajando como Maestro en cursos diurnos y nocturnos hasta su retiro como Director Vocacional en el 1982.

Mientras trabajaba, en el 1964 obtuvo con honores, su Bachillerato en Educación Industrial en la Universidad de Puerto Rico. En el 1965 la Universidad de Puerto Rico le otorgó dos certificados como Técnico e Instructor en Radiología, cursos ofrecidos en colaboración con la Comisión de Energía Atómica de los Estados Unidos. La Asociación Vocacional Americana, Capítulo de Puerto Rico, le otorgó en el 1965 un certificado de reconocimiento a su labor significativa en el desarrollo de la educación vocacional y técnica en Puerto Rico.
Se destacó como Secretario Estatal en la Asociación de Maestros Vocacionales de Puerto Rico donde trabajó arduamente para el mejoramiento de los maestros y de los programas vocacionales de la Isla.

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La Universidad de Nueva York le confirió el diploma de Maestría en Educación Industrial en octubre de 1969. Fue fundador de la Cooperativa de Crédito y Ahorro de Utuado la cual presidió en sus primeros cinco años.
Durante muchos años y mientras trabajaba y luego de su retiro, se mantuvo participando y destacándose en varias organizaciones comunitarias como la Asociación de Padres y Maestros del Colegio Católico San Miguel, el Círculo Cultural de Utuado, los Niños Escuchas, el Club de Tiro de Utuado, del Club Serra Internacional y de los Caballeros de Colón, entre otros.
Fue miembro activo del Club de Leones desde el 1956 hasta su deceso en diciembre de 1996.

De acuerdo a mí entrevistado, Arístides Rodríguez, que trabajó como maestro de historia por 33 años en la escuela, Antonio Reyes Padilla fue maestro de electricidad por años, luego pasó a ser Director Asociado y posteriormente Director Vocacional. Según sus memorias, el Sr. Reyes Padilla era una persona respetuosa, puntual, comprometido con el programa que dirigía y mantenía muy buena relación con sus compañeros de trabajo. Le interesaba la cultura y por eso pertenecía al Centro Cultural de Utuado. Vivía en la Urbanización Pérez Matos en la cual se destacaba por tener buena relación con sus vecinos. En ocasiones fue más allá de su deber ayudando a los estudiantes. De acuerdo con mi entrevistado, Reyes Padilla tenía un lema que decía: “Enseñar es una tarea, educar es un evangelio vivo”. Esto quería decir que enseñar es un trabajo pero educar es una vocación. Mantuvo buenas relaciones de compañerismo y amistad. Era firme en sus convicciones y defendía lo que él creía. En el momento en que se encontraba en situaciones de controversia mantenía un nivel de respeto y era una persona de creencias religiosas muy firmes.

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Según el entrevistado, el Sr. William Serrano, Reyes Padilla mantenía la escuela en orden, tenía buen control de los estudiantes y no permitía peleas.
Entre los sucesos importantes que recuerdan mis entrevistados está la Huelga Magisterial en 1974. Aunque el Sr. Reyes estaba en total descuerdo con la huelga y a pesar de aquel momento tan crítico nunca permitió que las relaciones se afectaran.

En la antigua escuela que está ubicada en la calle Dr. Cueto del pueblo habían demasiados estudiantes y pocos salones. Además había problemas con la planta física y muchos salones tenían asbesto. En ocasiones los estudiantes corrían por llegar temprano al salón ya que habían pocos pupitres y el que llegaba primero se sentaba en ellos y el que llegaba un segundo más tarde se quedaba parado o sentado en el suelo. Esto ocasionó que añadieran salones en los espacios disponibles. Había alrededor de 1,300 estudiantes y sólo 40 salones. Los maestros tenían que rotarse para dar sus clases, es decir, tenían que a cada hora buscar un salón que estuviera disponible para ellos poder dar su clase. El edificio del centro es una estructura antigua llamada Antonio de Jesús López, nombre que aún hoy día conserva. Este edificio fue anexado a la escuela Superior Luis Muñoz Rivera que era general, comercial y vocacional. El problema de salones era tanto que en la parte comercial los estudiantes tenían que pasar a unos salones ubicados en los altos de la tienda La Moda.

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También tenían un grave problema con la electricidad la cual era fundamental para los cursos vocacionales. Esta escuela está localizada en la calle principal, Calle Dr. Cueto. Sobre el nombre de la antigua estructura, el Sr. Rodríguez contó lo siguiente: “El señor Adrian Cueto y el señor Antonio De Jesús López fueron muy amigos en lo personal, pero rivales en la política. Tal rivalidad los llevó a crear cada uno su propio partido. Los que estaban a favor del señor Adrian Cueto se denominaban “los cuetistas” y por otro lado, los que estaban a favor de Antonio de Jesús López se denominaban “los lopistas”. Pero esto nunca afectó su amistad. El señor Adrian Cueto llegó a ganar las elecciones tres meses después de haber fallecido en un aparatoso accidente entre la carretera de Arecibo a Utuado en el 1914. Aún después de ambos fallecidos continúan unidos ya que el edificio de la escuela que lleva el nombre de Antonio de Jesús López se encuentra frente a la carretera que lleva el nombre de su gran amigo Dr. Adrian Cueto.”

El comedor escolar consistía de un solo salón y se encontraba en el edificio que está frente a la cancha. Debido a tantos estudiantes que había en la escuela tuvieron que utilizar un salón que estaba al lado para poder servir los alimentos. No se cobraba por la comida. La biblioteca se encontraba en el segundo piso del edificio central. Ésta contaba con una extraordinaria colección de libros los cuales eran muy bien utilizados por los estudiantes. Estos libros eran mayormente utilizados por los estudiantes de general. A esta biblioteca el Sr. Guillermo Núñez le donó una colección de piezas arqueológicas de la cultura taina como: piedras, hachas, restos de huesos tainos y figuras religiosas. Hoy día se encuentran en el centro cultural debido a los cambios en la escuela. Esta colección fue específicamente para la escuela Luis Muñoz Rivera. De este dato no hay documentos pero si testigos. En la organización escolar se programaba una hora fija donde el maestro iba con los estudiantes a la biblioteca y así se le daba mucho uso a la misma.

La carga académica para los estudiantes era mayor en el área vocacional que en el área general ya que los estudiantes de vocacional tenían sus cursos vocacionales más las clases de generales. La escuela mantenía la importancia del uniforme que constaba de camisa blanca y pantalón o falda gris.
La finalidad de la escuela vocacional era preparar jóvenes para el trabajo. Ésto no impedía ir a la universidad sino que el certificado adquirido te ayudaba a conseguir trabajo cuando se graduaban de cuarto año de un programa vocacional.

Las clases de la vocacional se intercalaban con las de general. Siempre había diferencias administrativas lo que causaba una mala organización en los programas de clases. Los requisitos de la vocacional no eran los mismos que los de general. Habían siete talleres vocacionales. Entre los cuales estaban electricidad, mecánica, ebanistería, dibujo de construcción, soldadura, costura y enfermería. En cuanto a enfermería, los estudiantes salían siendo enfermeras prácticas. Los cursos comerciales eran: secretarial, contabilidad y archivador. La escuela contaba con una gran cantidad de maestros que eran queridos y respetados por sus estudiantes.

El maestro Arístides Rodríguez recordó que había a un solo maestro de educación física que además de enseñar, adiestraba a sus estudiantes en actividades de pista y campo, baloncesto, voleibol, etc. Gracias a ello, hoy tenemos atletas como Jorge Peco González, Luisito Collazo, entre otros.
Hoy día la escuela superior Luis Muñoz Rivera imparte únicamente cursos generales. Ya para el año 2005 se había completado la construcción de la modernísima nueva escuela vocacional, ubicada en la carretera número 10 y se acordó mediante la resolución conjunta de la Cámara de Representantes del 2 de enero de 2009 que llevara el nombre de Antonio Reyes Padilla.

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