Una lucha para proteger el ambiente

Por: Sara Vélez

La protección del medio ambiente siempre ha sido un tema de controversia en diferentes países. Por un lado están los que genuinamente se preocupan por el bienestar de la flora, fauna y de todos los recursos naturales, mientras que por el otro lado están los que sólo piensan en su bienestar económico. Sólo les interesa obtener poder y control aún a expensas del empobrecimiento de otros y peor aún un daño irreparable al medio ambiente.

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La lucha antiminera en nuestro país surgió para la década de los años cincuenta y aunque muchos desconocen sobre este tema, hay documentación y evidencia que plasman los incidentes de aquellos años y los logros alcanzados. De acuerdo a las investigaciones realizadas por el investigador y representante social, Don Pedro Matos, la Región Central fue particularmente la zona más afectada para aquel entonces. El tuvo una participación muy activa en este evento e inclusive muchas veces lideró las luchas y manifestaciones. Su lucha fue contra las grandes corporaciones y contra los grandes intereses que atentaban en contra de los recursos de nuestro país. Pero el no estuvo solo pues a su lado combatieron grupos de investigaciones políticas, socialistas, nacionalistas, independentistas y otros que de una manera u otra apreciaban la nación y todos los recursos naturales del país. Sin embargo, para mi entrevistado esta lucha fue más allá de pretensiones puramente políticas. Para él, también comprendía la condición humana y todo lo que representaba proteger el ambiente.

Una vez el Profesor Pedro Cartagena termina parte de sus estudios en Nueva York para la década de los ’80, decide regresar a su país natal y se une a un grupo ambientalista. Aunque el grupo tenía iniciativas algo pequeñas, ya tenían conocimiento (por rumores) de que la región de Utuado y Adjuntas estaba siendo investigada y estudiada con el fin de reiniciar una posible explotación minera. El mayor objetivo era la explotación del oro, cobre, bronce y otros minerales, pues existía la posibilidad de que inclusive la Cordillera Central contenía trazos de uranio. Pero a pesar de este gran interés por parte de las grandes corporaciones, también ellos reconocían y reconocen el peligro y el daño irreparable que esto ocasionaría a nuestros suelos, aire y medio ambiente. Fue por esta situación que comenzaron a surgir grupos y organizaciones que lucharon y aún continúan luchando por el bienestar del medio ambiente y siguen gozando de gran prestigio y respeto.

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Un ejemplo de ello es Casa Pueblo en Adjuntas quienes han tomado mucha iniciativa en el pueblo de Adjuntas y han aglomerado un grupo de científicos, intelectuales, estudiantes y personas de la comunidad para hacerle frente a esta demanda. El Profesor Cartagena participó en varias reuniones que se realizaron en la Escuela Judith Vivas del pueblo de Utuado a personas de todas las generaciones. Hubo una representación variada de estudiantes de escuela intermedia y superior así como abogados. Entre ellos se destacan distinguidas figuras como el Sr. Pedro Rodríguez Vázquez, el Profesor José González Díaz, quien ha estado muy ligado a Casa Pueblo, el Sr. Miguel Báez, el Sr. Quique Lafontaine del Centro Cultural, entre otros. Cabe destacar que una de esas reuniones estuvo bastante caldeada por discrepancias entre las partes. Luego, este grupo se movilizó a la Legislatura e inclusive apareció en la prensa haciendo sus planteamientos.

A principios del año 2000 durante la administración del Dr. Pedro Roselló, se les extendió una invitación para que se discutiera dicho asunto y expusieran sus puntos. De estas gestiones y conversaciones se logró inscribir en el Departamento de Estado una organización llamada “Sociedad para la preservación gráfica del paisaje y el ambiente”. Aunque el nombre resultó ser bastante largo, logró documentar por medio de fotografías y videos, la belleza y la riqueza de los cuerpos de agua y las cuencas hidrográficas. Toda esta región estaba amenazada de una explotación minera por segunda o tercera ocasión, siendo la primera cuando los españoles llegaron y establecieron una minería a cielo raso. En ese grupo también estuvieron presentes el Profesor José Fuil, Ricardo Mercado (primo del Profesor Cartagena) y el Sr. Javier Román. Estos se encargaron de documentar toda la belleza y la posibilidad ecológica y turística para un desarrollo eco turístico que de alguna manera pudiera reemplazar una empresa como la minería. En adición, intentarían convencer a los ciudadanos de que la minería no era un buen negocio para los habitantes de la Cordillera Central. Se ha demostrado que en otras partes del mundo donde se han explotado las minas, las consecuencias han sido desastrosas ya que la pobreza es rampante y el daño al agua y al aire es irreparable. La explotación minera no importa donde ocurra, lo único que ocasiona es destrucción, pobreza, hambruna y daño al medioambiente.

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Las reuniones sirvieron para documentarse mejor en el tema ya que países como Venezuela, Chile, Argentina y Brasil, atraviesan por situaciones similares. Más allá del daño al medio ambiente, la explotación minera trae consigo miseria y explotación al ser humano, ya que dichas personas son menos representadas y tienen sueldos de miseria, pues las riquezas y las ganancias se las lleva otro.

Fue a raíz de todas estas experiencias que el Profesor Cartagena decide escribir una novela lo cual es ficción pero que parte de la realidad. Dicha novela, considerada un experimento literario, contó con el apoyo de los profesores de la Universidad de Puerto Rico en Utuado y obtuvo una gran acogida. La novela lleva por título “Pasajero de Verano” y actualmente se encuentra en su cuarta edición. Aunque de la entrevista se desprende que el Profesor Cartagena no ha obtenido grandes ganancias económicas, si le ha generado grandes satisfacciones ya que las reacciones de los estudiantes han sido excelentes y ha creado conciencia sobre el tema de la preservación del ambiente.

El profesor habló también sobre el reconocimiento internacional que recibió Casa Pueblo con el Premio Godman. Este premio se otorga a organizaciones sin fines de lucro preocupadas por el ambiente. Entre los logros se puede identificar el establecimiento de una reserva natural en la Finca “La Olimpia” que colinda con Utuado precisamente. Por otro lado, se logró preservar los Tres Picachos. Esto se logró gracias al Profesor Juan Vázquez, ya que el realizó una investigación de un insecto invertebrado el cual es endémico de Puerto Rico. Se logró una excelente representación a pesar de que se enfrentaban a una enorme batería de abogados. El apoyo de la Primera Dama Maga Rosselló, esposa del gobernador, fue clave para el triunfo y lograr que este territorio se preservara para generaciones futuras.

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Fueron muchas las puertas que se abrieron para la década de los ’80 y de esa manera se logró frenar el intento de corporaciones foráneas de enriquecerse a costa de nuestro pueblo y de esa manera llevarse las grandes riquezas de nuestro país. Por tanto, todas estas manifestaciones han sido sumamente importantes ya que han contribuido a la salud y al bienestar de todos los ciudadanos de esa región. El Profesor Cartagena se siente sumamente orgulloso de haber contribuido en pro del bienestar y la preservación del medio ambiente.

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